Eduardo nació y creció en Merced, California. Hijo de inmigrantes de Guerrero, México, es el menor de sus siete hermanos y el único que nació en los Estados Unidos. Cuando era menor de edad, Eduardo se convirtió en víctima de la ruta de la escuela a la prisión. Fue encarcelado a temprana edad y estuvo en la mira del sistema judicial de California hasta que se convirtió en adulto.
A pesar de estas dificultades, Eduardo siempre tuvo una profunda pasión por la música, especialmente el rap y el hip-hop. Este amor por la música finalmente lo llevó a seguir una carrera en la industria, donde encontró el éxito como artista discográfico a tiempo completo. A lo largo de su ascenso en el mundo de la música, Eduardo se mantuvo profundamente conectado con sus raíces, utilizando su plataforma para retribuir a su comunidad. Organizó eventos como obsequios de regreso a la escuela, colectas de juguetes de Navidad, distribuciones de alimentos de Acción de Gracias y apoyó a los vendedores ambulantes locales. Sus esfuerzos filantrópicos le valieron el reconocimiento tanto del Senado del Estado de California, que le otorgó un certificado por su servicio comunitario, como del Ayuntamiento de Merced, que lo reconoció por utilizar su éxito en la industria de la música para beneficiar a su ciudad natal.
La pasión de Eduardo por retribuir a su comunidad ha encendido una llama para continuar teniendo un impacto positivo en aquellos que actualmente se ven afectados por la falta de recursos y la injusticia social en la ciudad de Merced al realizar trabajo de organización juvenil y continuar contribuyendo positivamente a su comunidad con donaciones anuales.
En la actualidad, Eduardo continúa con su misión de servicio como coordinador del programa para jóvenes de Youth United, un programa enfocado en empoderar a las comunidades marginadas y olvidadas. En esta función, Eduardo asesora a aproximadamente 15 jóvenes por semana, ayudándolos a desarrollar e implementar campañas lideradas por jóvenes que brindan oportunidades de desarrollo de liderazgo. Su trabajo garantiza que la próxima generación tenga las herramientas y el apoyo para defender sus derechos y los de sus comunidades.
En su tiempo libre, a Eduardo le gusta viajar, pasar buenos momentos con su familia y seguir perfeccionando su arte musical. Sigue dedicado a su labor filantrópica y siempre encuentra formas de contribuir con su ciudad natal. Su pasión por el servicio, combinada con su propia experiencia de superación de la adversidad, sigue inspirando a quienes lo rodean a actuar y marcar una diferencia significativa en sus comunidades.