La educación es un privilegio (aunque no debería serlo)

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yli es mi historia

Mi tía siempre ha sido joven, enérgica e ingeniosa. Su vieja computadora, desafortunadamente, no lo era. Aprendí esto de la manera más difícil en mi tercer año de secundaria, mirando con terror y conmoción mientras las palabras cuidadosamente elegidas e investigadas que había escrito durante la última hora se borraban ante mis propios ojos. No pude usar ese tórrido dispositivo después de eso, ni podía permitirme comprar uno nuevo, lo que me dejó sin una computadora para terminar mis tareas escolares.

Afortunadamente, tuve acceso a un libro de Chrome en la escuela y, por supuesto, a mi teléfono, pero estos tenían sus propios pequeños inconvenientes. Por un lado, significaba que tenía que asegurarme de terminar cualquier tipo de tarea relacionada con una computadora en la escuela. Eso me llevó a muchos ensayos escritos con rapidez mientras corría contra el reloj en mi clase de Historia. Pero se asignó algo de trabajo específicamente para hacer en casa, por lo que tendría que trabajar en mi teléfono. Digamos que las diapositivas de Google no son muy aptas para dispositivos móviles y hubo mucho acercamiento y alejamiento involucrado (el formateo fue una pesadilla).

Terminar la escuela secundaria sin una computadora fue muy estresante, así que cuando las escuelas hicieron la transición en línea y surgieron programas como hotspot y préstamos de libros cromados, estaba emocionado. Me beneficié de un libro de Chrome prestado en mi último año y marcó una gran diferencia en la calidad del trabajo y la gestión del tiempo. Estaba terminando las tareas más rápido. Todos los estudiantes deben tener acceso a los recursos tecnológicos que necesitan para tener éxito en la escuela. 

Al tener que trabajar desde muy joven, mi padre no tuvo acceso a las oportunidades educativas que yo tuve la suerte de conocer. Me inculcó este amor por aprender, por tomarme la escuela en serio a fin de equiparme con las herramientas y habilidades que necesitaría para tener éxito, para hacer algo por mí mismo. Mis mejores recuerdos de él incluyen a los dos en nuestra mesa de la cena, iluminados por la tenue luz de la cocina mientras intentábamos descifrar fracciones. Es mucho mejor en matemáticas que yo, lo cual aprecio. En cada temporada de boletas de calificaciones, se mostraba radiante al ver mis calificaciones y se las mostraba con orgullo a mis abuelos. Asistió a cada jornada de puertas abiertas, ceremonia de premiación y conferencia de padres y maestros, siempre haciéndome saber lo orgulloso que estaba de mí.

Mi papá ve la educación como una herramienta para superar nuestra actual situación social y financiera. Quiere que me gradúe, consiga un trabajo bien remunerado que disfrute y pueda vivir cómodamente, sin tener que preocuparme por las cosas por las que ha tenido que preocuparse toda su vida. La importancia que mi padre le dio a la educación me llevó a ser muy consciente no solo de los activos del sistema educativo, sino también de sus defectos. Quiero ser un educador en un intento por abordar estos problemas y garantizar una educación de calidad para todos.